martes, 8 de noviembre de 2011

ADVENIMIENTO DE AHRIMAN_ EXTRACTO_ LA PALABRA

La Degradación del Lenguaje

Según Steiner, es característico de la cultura presente, de cientifismo ahrimánico e imperialismo económico angloamericano, que el idioma ha perdido su significado espiritual instintivo; es decir, se ha perdido la conexión entre la palabra literal y el impulso espiritual que constituye su significado.

Sin contenido real, espiritual, el idioma consiste sólo en "frases vacías", como por ejemplo "rige por la voluntad de las personas", "el mundo libre", "libertad individual", y así sucesivamente. Estas frases están ampliamente desprovistas de realidad en nuestra estructura socio-política; aquí la profunda realidad es el poder del dinero sobre los seres humanos y la vida.



Y donde las frases huecas rigen en el idioma, en lugar del contacto humano vivo en la vida social rigen meros convencionalismos, y en lugar del interés humano vivo en la vida económica rige la simple rutina.
"Hay sólo un corto paso desde la frase vacía a la mentira".
De nuevo, esto es especialmente verdad en política y en economía, por el predominio de las palabras vacías se hace posible la falsificación de realidades -una potente arma en manos de aquellos que tienen intenciones ocultas conscientes, para manipular a las personas hacia fines desviados. En nuestro tiempo, personas en masa actúan como si estuvieran poseídas por fuerzas malignas, porque, en cierto modo, lo están. Los demonios del materialismo hablan a través de las palabras vacías. Un lenguaje en el que los demonios del materialismo han tomado el lugar de los impulsos espirituales humanos sólo puede llevar a la destrucción.

Ciertamente Steiner no fue el único en notar este aspecto de lenguaje actual. George Orwell fue quizás al escritor más prominente en censurar esta tendencia. Ver, por ejemplo, su ensayo clásico "Políticos y el Idioma inglés". Él previó la deshumanización del idioma haciéndolo deliberadamente en la "nueva terminología" de la pesadilla ahrimánica 1984. Sin tener aparente conocimiento de la ciencia espiritual, y trabajando sólo con observación perspicaz y amor a la verdad, vio lo que estaba pasando en el discurso político de Europa Occidental y llevado al extremo en los regímenes totalitarios.

A nivel socio-político, el antídoto para este veneno de las palabras vacías es la liberación de la vida cultural, sobre todo de la educación, del poder político y financiero. (Como se esboza en el concepto de Steiner de la "triformación social": separando el estado político-legal, la esfera espiritual-cultural, y el sector económico - junto con la eliminación de egotismo. [Egotismo: Afán o manía de hablar de sí mismo, de afirmar la propia personalidad. N. del T. (Diccionario de la Lengua Española)]. y la coacción de la economía.)

En el nivel individual-personal, el antídoto es infundir el pensamiento activo y creativo en el lenguaje, creando así un idioma en el que las palabras apunten a los pensamientos, evocando pensamientos vivos en los oyentes. Si no ponemos nuestras voluntades en crear nuestros pensamientos originales, entonces palabras trilladas y frases hechas de pseudo-pensamientos, vendrán automáticamente a la mente y nos llevarán junto con ellos, resultando un "pensar casi completamente sin pensamientos".

Podemos hacer el esfuerzo por lo menos para resistirnos a estas frases hechas y generalizaciones que fácilmente vienen a la mente, y formar cuadros mentales de personas en particular, cosas, y eventos - y además, hacer originales formaciones verbales que describan estas cosas e imágenes desde diferentes puntos de vista.

El punto esencial es no permitir que nuestros discursos y escritos estén determinados por influencias inconscientes, sino que saquemos a través de nuestros propios esfuerzos las nuevas y originales creaciones de pensamientos y los comuniquemos con originales, fluidas y artísticas formaciones de palabras. No siempre tendremos éxito plenamente; no siempre seremos poetas; pero si hacemos este esfuerzo conscientemente, entonces llegaremos lejos en la recuperación de la perdida espiritualidad humana del lenguaje, y por consiguiente, hacia la humanización de la cultura. (Diré más sobre este asunto en otro contexto.)

Y, no casualmente, progresaremos así hacia un vivir conscientemente en el pensamiento libre de las palabras literales que son el "lenguaje" del mundo anímico-espiritual en el que viviremos después de la muerte.
"Los hombres deben aprender a ver a través de las palabras; tendrán que adquirir la capacidad de asir el gesto en el lenguaje".

[Del Síntoma a la Realidad en la Historia Moderna, pág. 124].R. Steiner

 

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