¡Alma humana!
tú vives en la calma de la cabeza,
que desde los fundamentos eternos
los pensamientos cósmicos te transmite:
Practica la visión del espíritu
en la calma del pensar
donde los eternos fines de los dioses
otorgan
luz del ser cósmico
al propio yo
para su libre voluntad:
y pensarás verdaderamente
en lo profundo del espíritu humano.
Pues los pensamientos cósmicos del espíritu,
implorando luz, obran en el ser cósmico.
Archai, Arcangeloi, Angeloi,
permitid que desde las profundidades los ruegos
en las alturas sean oídos.
Esto dice:
Per spiritum sanctum reviviscimus.
Oyen esto los espíritus elementales
al Este, Oeste, Norte, Sur;
que lo oigan los hombres.
En la inflexión de los tiempos
entró la luz del espíritu cósmico
en el devenir terrestre;
las tinieblas de la noche
habían dejado de reinar;
clara luz del día
resplandeció en las almas humanas;
Luz
que da calor
a los pobres corazones de los pastores,
Luz
que ilumina
la frente de los sabios reyes.
Luz Divina
Cristo-Sol
da calor
a nuestros corazones;
ilumina
nuestras frentes;
que el bien resulte
de lo que
de corazón fundamos,
de lo que de la cabeza
con conciencia
nos proponemos.
Traducción: Frank Thomas Smith y María Teresa Gutiérrez
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