miércoles, 5 de enero de 2011

EL MISTERIO DE LA NAVIDAD

El papa Benedicto XVI dijo hoy que conviene rescatar este tiempo de natividad “de un revestimiento de demasiado moralismo y sentimentalismo”, para recuperar su verdadero significado, y exhortó a los fieles a vivir intensamente la Navidad como es presentada por la Iglesia.
Ante unas siete mil personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, Benedicto XVI habló de esta celebración que “no sólo nos propone un ejemplo a imitar, como la humildad y la pobreza del Señor(..), sino sobre todo, pide que nos dejemos transformar totalmente por Aquel que ha entrado en nuestra carne”.
“Nos encontramos en la vigilia de la Epifanía, en la que el Señor se presenta a las gentes”, subrayó el Obispo de Roma quien explicó que “las Navidades fascinan más que otras fiestas religiosas porque todos de algún modo intuyen que el nacimiento de Jesús está relacionado con las aspiraciones y la esperanzas más profundas del hombre”.
“El consumismo puede destruir esta nostalgia interior -refirió- pero si en el corazón hay deseo de acoger al Niño que trae la nueva de Dios (…) las luces de los adornos navideños pueden convertirse en un reflejo de la luz que se ha encendido con la encarnación de Dios”.
La celebración litúrgica de la Navidad es sobre todo “un misterio”, el misterio de Cristo, y no sólo es memoria “sino presencia”.
El papa Ratzigner explicó que el tiempo litúrgico navideño se extiende del 25 de diciembre hasta el 2 de febrero, desde la celebración de Nochebuena, a la Maternidad de María, a la Epifanía, al Bautismo de Jesús, a las bodas de Caná y a la Presentación en el Templo.
En la alocución, de profundo contenido teológico, el Papa incidió en que la Navidad es el inicio del misterio central de la salvación que culmina en la pasión muerte y resurrección, “porque Jesús empieza a ofrecerse por amor desde el primer momento de su existencia en el vientre de la Virgen María”.
La Navidad alude ya a la Pascua -dijo- y es interesante ver cómo algunos iconos de pesebres de las tradiciones orientales muestran al Niños Jesús envuelto en vendas y colocado en una bandeja que tiene forma de sepulcro, el alusión al momento en que será crucificado.
Encarnación y Pascua no están uno al lado del otro -explicó-, “pero son dos puntos inseparables de la única fe de Jesucristo, el Hijo de Dios Encarnado y Redentor. Cruz y Resurrección presuponen Encarnación”.

En esta perspectiva unitaria del Misterio de Cristo, “la visita al pesebre orienta a la visita a la Eucaristía, donde encontramos presentes en modo real el Cristo crucificado y resucitado, el Cristo viviente”, que se ofrece a nosotros como verdadero alimento de la vida eterna

1 comentario:

  1. cada estrofa tiene un sentido profundo, para reflexionar este GRAN MISTERIO DIVINO DE LA ENCARNACION, MUERTE Y RESURRECCION DEL SER SOLAR DE CHRISTO, Y SU IRRADIACION EN LA VIDA COTIDIANA DE CADA UNO DE NOSOTROS Y DE LA HUMANIDAD!

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